lunes, 25 de junio de 2007

20. El racismo de Mejía

En el programa El Pulso del Fútbol del lunes 25 de junio, Hernán Peláez estaba hablando del caso de Eto’o, quien aparentemente embarazó a dos mujeres. En respuesta, Iván Mejía afirmó:

“Eso es africano, eso es normal. Eso sucede en Chocó, eso sucede en África.”

Hay dos formas de entender la pasada afirmación de Mejía; en una él es un racista, en la otra un ignorante. Uno puede entender que el periodista afirma que los africanos y los afro descendientes son mujeriegos, algo inherente a su raza, a su condición de negros. Para Mejía la relación de los hombres con las mujeres estaría identificada por la coloración de la piel de la persona, por la raza a la cual pertenece el ser humano.

Lo anterior es racista, además de estúpido. La antropología y la medicina han demostrado que el concepto de razas es ajeno a la biología y la genética; obedece más a criterios sociológicos que a criterios científicos. Y si es cierto que hay algunos rasgos biológicos que se pueden desprender de ciertas características físicas (los negros tienden a sufrir más de osteoporosis, por ejemplo, dada la dificultad de recibir ciertas vitaminas por la pigmentación de la piel) no es cierto que haya ningún rasgo de personalidad (inteligencia, violencia, criminalidad) que pueda deducirse del color de la piel de una persona. Afirmarlo, como lo hace Mejía, es una muestra grande de ignorancia y de racismo. Los comentarios de Mejía contribuyen a estigmatizar, a segregar, a diferenciar entre un grupo humano: el bueno, el blanco; y otro de semi-humano, el negro. Mejía, por ejemplo, no menciona la raza cuando blancos estilo Oliver Khan o Maradona, cometen los mismos comportamientos que Eto’o. Su objetivo es la estigmatización, la caracterización de un grupo como malo, el negro.

Ahora bien, supongamos que Mejía no quiso decir lo anterior. Supongamos que sólo haya querido decir que la cultura de quienes viven en África y en Chocó es mujeriega. En este caso, quienes viven en este continente y en el departamento colombiano obedecen del mismo vicio, por compartir el mismo tipo de cultura, independientemente de su raza. Esta afirmación, si esto fue lo que quiso decir Mejía, evidencia su ignorancia, porque unificar las múltiples culturas y pensamientos que existen en África y amalgamarla con la Chocoana es tan errado como afirmar que todos los europeos o todos los latinos somos iguales. En África viven casi mil millones de personas, con cientos de religiones, idiomas, etnias y culturas diferentes; pensar que todas son iguales, sólo es posible en una mente enferma por la ignorancia, o por el racismo, o por ambas.


Pd: El programa mencionado lo pueden encontrar por una semana en el siguiente vínculo:

http://www.caracol.com.co/archivo.asp

domingo, 10 de junio de 2007

19. Los argumentos de Iván Mejía

La escuela de Iván Mejía es común entre algunos lectores de este blog; cuando los argumentos no se encuentran (quizás porque no existen), cuando no se hallan pruebas para desvirtuar las afirmaciones de los contrarios, entonces, se acuden a los insultos y a las críticas ad hominem. Basta leer varios de los comentarios a este blog, así como la carta escrita por Mauros a Iván

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COMUNICACIÓN PÚBLICA A IVÁN MEJÍA

Desde hace varios meses, a veces bajo expresiones generalizantes y a veces con nombre propio (el de 14 Albiazul), el periodista deportivo Iván Mejía Álvarez ha tildado a los blogs de ‘cloacas’, de sitios prácticamente dominados por delincuentes que incitan a la violencia. A los bloggers –y en particular a mí– nos ha calificado de ‘mequetrefes’, ‘cobardes’, ‘personas que se esconden detrás de un teclado y bajo un seudónimo para insultar’.

Durante todo este tiempo, en el blog he guardado prudente silencio con respecto a estos ataques al aire. A sus epítetos denigrantes nunca he respondido: nunca un insulto equivalente hacia él, nunca un apodo deshonroso como los muchos que utilizan contra él en otros espacios virtuales y en la propia calle y las tribunas. Incluso, con frecuencia he borrado comentarios de visitantes del blog en los que se invita a “sacar a Iván Mejía de El Campín”, pues aquí jamás se ha promovido la violencia de ninguna especie.

Supongo que tanta molestia hacia mí se debe a que, a diferencia de muchas personas que acuden al insulto fácil, al madrazo sin sentido, a la pancarta en el estadio o al corito celestial en las tribunas, en este blog simplemente me he limitado a presentar verdades sobre los hechos de Millonarios, verdades que en algunas ocasiones han sido contrarias a lo que él ha expresado en sus espacios radiales.

En estas ocasiones, me he limitado a presentar una versión distinta de los hechos, y si he empleado calificativos ha sido, a lo sumo, para calificar al periodista como detractor de la gestión de Juan Carlos López, algo que es evidente. Nunca he caído en bajezas como los insultos, y mucho menos he inventado historias para explicar por qué Mejía no solo ha sido detractor del presidente López, sino también del ex presidente Guillermo Santos y de otros directivos de Millonarios sobre los que nunca presentó ninguna prueba concreta. Ni he inventado historias sobre sus intereses en Millonarios, ni he dado crédito a algunas que circulan al respecto, pues considero que no es decente acudir a estas argucias para debatir.

En los últimos días, me han contado –porque desde hace un buen tiempo dejé de escucharlo– que está dedicando más y más minutos a los ‘mequetrefes de los blogs’, y en concreto a este servidor (por mención directa de mi seudónimo o por alusiones específicas al presidente de Millonarios, ya que éste es el único blog centrado en el equipo).

Por lo de ‘mequetrefe’, ‘cobarde’, ‘sobachaquetas’ y ‘lacayo del presidente’ no encuentro ningún problema: el estilo del periodista Iván Mejía es ése, y yo, un simple hincha raso de Millonarios, sin el poder que él tiene con su micrófono, no pretendo cambiárselo. Además, lamentablemente en nuestra sociedad el insulto es la salida más fácil cuando algo genera molestias o incomodidad, e insultos es lo que recibo a diario de otras fuentes –hinchas de otros equipos que vienen a agredir a los hinchas azules, hinchas de Millonarios molestos porque no se actualizó el blog cuando ellos esperaban, etc.–. Así que ya estoy acostumbrado a ellos.

Sin embargo, recientemente del insulto ha pasado a la injuria (según la Real Academia Española: “Delito o falta consistente en la imputación a alguien de un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación”.

Es mala señal cuando en un debate –o supuesto debate– alguien pasa de los argumentos, de las pruebas, de los puntos de vista al insulto, y de ahí salta a la injuria, a las acusaciones inventadas, con el fin de minar la credibilidad del ‘rival de debate’.

Según Iván Mejía, yo, 14 Albiazul, estoy recibiendo prebendas (en concreto me contaron que dijo “boletas”, pero no sé si también se refirió a dinero) de parte del presidente de Millonarios. No del club, sino en concreto del presidente.

Insinuaciones o mejor, afirmaciones como ésta, presentadas en una transmisión de un partido de Copa Libertadores o en un programa radial con buena sintonía, no se deben dejar pasar por alto, pues minan mi credibilidad y la de este espacio que es la base de una gran comunidad de hinchas.

Así que públicamente declaro: no, no recibo ninguna prebenda del presidente de Millonarios, ni del club, ni de ninguna persona relacionada con el equipo, ni tampoco de El Tiempo.

No recibo ninguna contraprestación de nadie, excepto la alegría que me brindan tantos hinchas en Colombia y en el exterior que me envían por correo o en el mismo blog expresiones de agradecimiento porque este espacio les ha ayudado a estar más cerca de su amado Millonarios, y la satisfacción de saber que, en un medio alternativo como es un blog, se ha logrado consolidar un espacio con información libre de intereses personalistas contra Millonarios, contra alguien en particular o en favor de otros (el único interés es Millonarios, y más allá del presidente, del DT, de los jugadores, de las viejas glorias, de las barras, de los hinchas o del blogger, está Millonarios como institución).

Mi labor es la de un hincha raso que trata de informar a otros hinchas sobre la realidad del club, y que intenta generar un espacio de discusión alejado de los insultos, de la violencia y de las bajezas en las que otros medios incurren (aunque a veces no resulta fácil lograr esto último).

Lo único que me han brindado Millonarios y su gente, desde que estoy a cargo del blog, aparte de información cuando la he requerido, es una acreditación de prensa que se me otorgó en enero, y que me permite ingresar a El Campín cuando Millonarios juega de local. Ni siquiera una cachucha o una camiseta, pues espero comprar la mía próximamente.


Para concluir, unas observaciones finales y unas preguntas para usted, periodista Iván Mejía Álvarez:

Ya que Millonarios me otorgó una acreditación de prensa, ¿es esto una prebenda? ¿Usted ingresa al estadio pagando la boleta?

Si usted me acusa públicamente de recibir boletas o dinero de parte del presidente de Millonarios, ¿cuáles son sus pruebas?

¿Cuáles son sus fuentes para esta falsa imputación? ¿Acaso las mismas que utiliza para sugerir tantos rumores que los hechos pronto han desmentido?

¿Cree que es ético injuriar a un contradictor?

■ ¿Cree que para asumir una posición firme, como la mía en defensa de Millonarios y de los procesos administrativos y deportivos que está desarrollando, es imprescindible tener un interés personal o recibir una prebenda?

■ Si su respuesta es afirmativa, ¿cuáles son, entonces, sus intereses en contra de Millonarios o de sus directivos en los últimos años?

■ Tal vez usted no comprenda cómo funcionan los espacios virtuales. En estos medios, históricamente los participantes utilizamos seudónimos con el fin de expresar algo que nos represente. En mi caso, mi seudónimo, 14 Albiazul, se refiere al anhelo que tengo desde hace mucho tiempo, el de que llegue la estrella 14 para Millonarios.

Eso no significa que no dé la cara, pues aquí siempre ha estado disponible mi dirección de correo electrónico, y en Eltiempo.com, de requerirlo, podría contactarme. Me escondería si utilizara el blog para mis intereses personales o para injuriar o calumniar a terceros... ¡por física vergüenza!

■ Aunque usted es un periodista muy conocido, y yo un simple hincha raso que maneja un blog –y no tengo el poder ni la importancia que usted me ha concedido–, y dejando en claro que sí doy la cara, quedo abierto a cualquier propuesta que trascienda el insulto o la injuria: si quiere conceder una entrevista a este blog, en la que quiera responder con la verdad a los interrogantes míos o de la hinchada albiazul, será bienvenido; si quiere que en representación del blog haga presencia telefónica en su programa, con todo gusto."


Publicado en: http://www.eltiempo.com/participacion/blogs/default/un_articulo.php?id_blog=3125&id_recurso=400001276&random=3030
 
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